ERA NECESARIO LLEGAR A KHO SAMUI
a la derecha un Buda marinero
se sienta en su península
islotes diluvianos
el mar construye el verde de la jungla
para mimar el surco del sampán remiso
golfo de Siam
en playa Lamai un falo berroqueño
levanta quehacer de hombres y de piedras
cuerpos son
cansancio entre dos trópicos
van al torrente para brillar de agua
yace en sus ojos el blanco y la sonrisa
del animal de harturas inocentes
cocos
bananas pollos cerdos negros
turistas
con zarcillo en una oreja fugitivos
del invierno en el centro del Imperio
ni siquiera
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acaso
mecheros de Penang Yamahas detergentes que lavan amarillo
aquí está el mundo que Conrad navegaba
más allá de su intención de Imperio
inciertas naves para estelas sin regreso
por el placer del mar y la distancia
en la piel el sudor del paraíso
la lluvia en su destino
de arrozal cascada o nube oscura
humano el blanco arroz el pez propicio
mil frutas en los árboles falos
entre las blandas
esquinas de la nube mujer de teca
lejos tan lejos del Bangkok cercano
donde se vacía el Imperio en sus esfínteres
al pairo
por aquí navegó Conrad para escribirse
novelas de aventuras con que entender la vida
desde el Nara Lodge merecería un Goethe
Kho Samui
pues ojos olímpicos precisa el paraíso
aunque su ruina
la anuncie el bulldozer que parcela
la selva para el blanco fugitivo
de un mundo parcelado
lluvia de invierno donde el invierno yerra
inventa nieblas sobre el dorsal crujiente
de islas dragoneras
fantasía de jungla irreparable
entre el resol poniente recuento mis ausencias
lejos estáis amores alienantes nostalgias
o distancias cuestionan la violencia
de agradecer el amor
cuestionan las creencias primario es el sentido
del calor y la vida
mas yo presiento muerte
de mis seres queridos
el final de mi juventud vencida
y el invierno para el deseo del cuerpo ensimismado
decrece la estatura la moral su sentido
lo sabido
hasta ser tamaño del cangrejo blanco
loco
que sale al paso del extranjero alunizado
para esconderse al olor de otra locura
y desde el agua contar fábulas siamesas
paseaba San Agustín por esta playa
cuando a un niño vio llenando de agua
el agujero abierto por un cangrejo blanco
¿qué haces niño
en tu afanoso acarrear de agua?
vacío el mar
contestóle el pertinaz enano
y dijo el santo
necio el afán y el empeño vano
mas la jactancia
del jactancioso santo fue contestada
con saber de sabio
igual quimera es tu pregunta huera
sobre el sentido de Dios y el Universo ciego
en Kho Samui
San Agustín ex águila de Hipona
comprendió
que sólo debiera comprender
cuanto sirviera para morir sin miedo
mas no fue tanta
mi suerte no hubo enano
y fue en Kho Samui
donde me vi olvidado en el fondo del mundo
sin otra vida que el sentir del tiempo
y el temor creciente de no vivir dos veces
era preciso llegar a Kho Samui
para ignorar preguntas contestadas descubrir
el silencio estancado en el cubil de las palabras
emitir el grito que contesta
la soledad moral de las estrellas
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